Y ahora viene lo más complicado, la separación de basura. En Alemania tienen muchísimos contenedores para los diferentes tipos de residuos, y reglas bastante estrictas en cuanto a lo que se puede tirar y lo que no a cada contenedor.
- En los contenedores y bolsas amarillas van residuos de envases que no sean de papel o cristal. Es decir, de plástico (como envases de yogur, bolsas y botellas de plástico, juguetes de plástico), de metal (conservas, chapas de botellas, ollas, herramientas) y materiales compuestos (tetrapak, cápsulas de café). Recomiendan separar todos los elementos de un envase, por ejemplo, la tapa del propio envase del yogur, etc. Así, las máquinas de reciclaje reconocen cada elemento y pueden clasificarlo según corresponda.
- En cuanto al cristal tienen tres contenedores diferentes. Uno blanco para las botellas de cristal transparentes, otro verde para las botellas de cristal verdes o azules y el contenedor marrón es para las botellas marrones. Las botellas se tienen que vaciar antes de tirar y quitar el tapón. También se pueden tirar botes de cristal de mermeladas o de conserva y los tarros de papilla para bebés. Lo que no se debe tirar: vasos normales, vajilla rota, o cristal de ventana.
- En los contenedores azules se tira papel y cartón. Aquí se incluye periódicos, libros, catálogos, papel de regalo, cartones de huevos, envases de azúcar y harina (si son de papel). No se incluye recibos de compra, ticket de bus/metro/tren, papel de hornear… Aconsejan usar el máximo número posible de veces las bolsas de papel, ya que el proceso de producción es bastante costoso.
- El contenedor de residuos orgánicos “Biotonne” suele ser verde o marrón. En esta se echan todos los residuos de la cocina como las pieles y semillas de frutas y verduras, café y té, sobras de comida, huesos, espinas, comida en mal estado, flores, hojas y ramas.
- Los desechos residuales “Restmüll” van en un contenedor negro, en el que se incluyen cenizas, velas, pañales, gomas, fotos, cuero, aceite de freír, bombillas (pero no las de bajo consumo), artículos de higiene, suciedad de barrer, porcelana, vasos, bolsas de aspirador, restos de tela, papel manchado, colillas de cigarrillos y arena para gatos.
Al principio parece muy complicado y seguramente te líes las primeras veces. Pero con el tiempo te acostumbrarás y cogerás el hábito.